4 de enero de 2017

SECUENCIACIÓN. LA PROSA ROMÁNTICA DEL SIGLO XIX. ACTIVIDADES PARA TRABAJAR LA PROSA ROMÁNTICA EN SECUNDARIA.

Estimados poeliteratos:

En esta entrada, os incorporamos una secuenciación de actividades relacionadas con la prosa romántica del Siglo XIX. Esperamos que os gusten. 
Atentamente, 
Alejandro Aguilar Bravo. 


1ª Actividad. Actividad de inicio. El Monte de las Ánimas.

Descripción de la actividad. Visionado de un cortometraje sobre una de las leyendas más populares de Gustavo Adolfo Bécquer, El Monte de las Ánimas.  Después, se les pedirá a nuestros alumnos que nos realicen un breve resumen oral sobre el contenido del documento audiovisual. 


Agrupamiento. Actividad en gran grupo. 
Tiempo estimado: 5 minutos. 


2ª Actividad. Actividad de desarrollo y motivación. Exposicón teórica.

Descripción de la actividad. A partir de un mapa conceptual elaborado por el profesor, se realizará la explicación de la prosa romántica del siglo XIX, centrándonos en la novela histórica, en la novela fantástica y en los artículos de opinión. 


Agrupamiento. Actividad en gran grupo.
Tiempo estimado. 10 minutos.


Actividad 3. Actividad de inicio, desarrollo y motivación. El casarse pronto y mal. 

Descripción de la actividad. Lectura comprensiva de un fragmento de un artículo de opinión de Mariano José de Larra, titulado: El casarse pronto y mal. Tras ello, se realizarán una serie de actividades de comprensión y expresión y de aplicación de contenidos. 


Así como tengo aquel sobrino de quien he hablado en mi artículo de empeños y desempeños, tenía otro no hace mucho tiempo, que en esto suele venir a parar el tener hermanos. Éste era hijo de una mi hermana, la cual había recibido aquella educación que se daba en España no hace ningún siglo: es decir, que en casa se rezaba diariamente el rosario, se leía la vida del santo, se oía misa todos los días, se trabajaba los de labor, se paseaba las tardes de los de guardar, se velaba hasta las diez, se estrenaba vestido el domingo de Ramos, y andaba siempre señor padre, que entonces no se llamaba «papá», con la mano más besada que reliquia vieja, y registrando los rincones de la casa, temeroso de que las muchachas, ayudadas de su cuyo, hubiesen a las manos algún libro de los prohibidos, ni menos aquellas novelas que, como solía decir, a pretexto de inclinar a la virtud, enseñan desnudo el vicio. No diremos que esta educación fuese mejor ni peor que la del día, sólo sabemos que vinieron los franceses, y como aquella buena o mala educación no estribaba en mi hermana en principios ciertos, sino en la rutina y en la opresión doméstica de aquellos terribles padres del siglo pasado, no fue necesaria mucha comunicación con algunos oficiales de la guardia imperial para echar de ver que si aquel modo de vivir era sencillo y arreglado, no era sin embargo el más divertido. ¿Qué motivo habrá, efectivamente, que nos persuada que debemos en esta corta vida pasarlo mal, pudiendo pasarlo mejor? Aficionose mi hermana de las costumbres francesas, y ya no fue el pan pan, ni el vino vino: casose, y siguiendo en la famosa jornada de Vitoria la suerte del tuerto Pepe Botellas, que tenía dos ojos muy hermosos y nunca bebía vino, emigró a Francia.

Excusado es decir que adoptó mi hermana las ideas del siglo; pero como esta segunda educación tenía tan malos cimientos como la primera, y como quiera que esta débil humanidad nunca supo detenerse en el justo medio, pasó del Año Cristiano a Pigault Lebrun, y se dejó de misas y devociones, sin saber más ahora por qué las dejaba que antes por qué las tenía. Dijo que el muchacho se había de educar como convenía; que podría leer sin orden ni método cuanto libro le viniese a las manos, y qué sé yo qué más cosas decía de la ignorancia y del fanatismo, de las luces y de la ilustración, añadiendo que la religión era un convenio social en que sólo los tontos entraban de buena fe, y del cual el muchacho no necesitaba para mantenerse bueno; que «padre» y «madre» eran cosa de brutos, y que a «papá» y «mamá» se les debía tratar de tú, porque no hay amistad que iguale a la que une a los padres con los hijos (salvo algunos secretos que guardarán siempre los segundos de los primeros, y algunos soplamocos que darán siempre los primeros a los segundos): verdades todas que respeto tanto o más que las del siglo pasado, porque cada siglo tiene sus verdades, como cada hombre tiene su cara.

No es necesario decir que el muchacho, que se llamaba Augusto, porque ya han caducado los nombres de nuestro calendario, salió despreocupado, puesto que la despreocupación es la primera preocupación de este siglo.

Leyó, hacinó, confundió; fue superficial, vano, presumido, orgulloso, terco, y no dejó de tomarse más rienda de la que se le había dado. Murió, no sé a qué propósito, mi cuñado, y Augusto regresó a España con mi hermana, toda aturdida de ver lo brutos que estamos por acá todavía los que no hemos tenido como ella la dicha de emigrar; y trayéndonos entre otras cosas noticias ciertas de cómo no había Dios, porque eso se sabe en Francia de muy buena tinta. Por supuesto que no tenía el muchacho quince años y ya galleaba en las sociedades, y citaba, y se metía en cuestiones, y era hablador y raciocinador como todo muchacho bien educado; y fue el caso que oía hablar todos los días de aventuras escandalosas, y de los amores de Fulanito con la Menganita, y le pareció en resumidas cuentas cosa precisa para hombrear enamorarse.


El Pobrecito Hablador, n.º 7, 30 de noviembre de 1832


  1. Establece la organización de ideas del siguiente fragmetno del artículo de opinión de Mariano José de Larra.
  2. Elabora el resumen del texto.
  3. Indica el tema de este texto.
  4. ¿Por qué es considerado este texto como un artículo de costumbres? Razona tu respuesta, justificándote en todo momento con ejemplos extraídos del texto. 
Agrupamiento.
  • La lectura del texto se realizará en clase (Actividad en gran grupo)
  • Las actividades 1, 2 y 3 se realiará en casa (Actividad individual) y se mandarán por correo electrónico al profesor.
  • La actividad 4 es una actividad por parejas y se llevará a cabo en clase, después de la lectura del texto. 
Tiempo estimado: 20 minutos. 


Actividad 4. Actividad de motivación y desarrollo. Creando escenas de Leyenda. 

Descripción de la actividad. En relación con la primera actividad, los alumnos deberán imaginarse qeu son directores de cine y que tienen que preparar su adaptación. Para ello, deberán pensar dónde rodarían la película, quiénes serían los actores protagonistas, cómo sería su vestuario, qué música elegirían como banda sonora, qué ambientación, en qué época, etc... 

Tiempo estimado: 10 minutos. 
Agrupamiento: Actividad por parejas. 

Actividad 5. Actividad de motivación. Escribiendo artículos de opinión al estilo de Larra. 

Descripción de  la actividad. Los alumnos deberán realizar un artículo de opinión que trate sobre el sistema educativo actual y su relación con las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación. Este artículo de opinión deberá estar formado por un mínimo de 15 líneas y deberá estar escrito en primera persona. 

Agrupamiento. Actividad individual. 
Tiempo estimado. 10 minutos. 

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